Síntomas

Los síntomas de la enfermedad de Addison abarcan:

Diarrea crónica, náuseas y vómitos.
Oscurecimiento de la piel en algunos lugares, lo que lleva a que luzca con parches.
Deshidratación.
Mareo al pararse.
Palidez.
Debilidad extrema, fatiga y movimiento lento y pesado.
Lesiones en la boca, en la parte interna de la mejilla (mucosa bucal).
Deseo vehemente por el consumo de sal.
Pérdida de peso con reducción del apetito. ¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Addison?


Los síntomas de la enfermedad de Addison usualmente se desarrollan durante un período de varios meses. Muchos de los síntomas de la enfermedad de Addison no son específicos. Esto significa que al principio, puede ser difícil para usted o su médico determinar exactamente qué es lo que no está bien. Los síntomas comunes de la enfermedad de Addison pueden incluir:
Fatiga
Debilidad muscular
Dolor de articulaciones o músculos
Fiebre
Pérdida de peso
Náusea, vómitos o diarrea
Dolor de cabeza
Sudores
Cambios en el estado de ánimo o personalidad, como irritabilidad, ansiedad o depresión
Pérdida del apetito
Oscurecimiento de la piel (llamado hiperpigmentación)
Mareos leves o desmayos al ponerse de pie, con más frecuencia ocasionados por baja presión sanguínea
Antojo de alimentos salados
Algunas veces, los síntomas de la enfermedad de Addison aparecen repentinamente o empeoran rápidamente. A esto se le llama falla aguda suprarrenal o una Crisis addisoniana. Puede ocasionar la muerte si no se trata. Si tiene cualquiera de los siguientes síntomas, comuníquese con su médico o vaya a una sala de emergencias de inmediato:
Dolor repentino fuerte en el estómago, espalda baja o piernas
Vómitos y diarrea fuertes, que ocasionen la deshidratación
Desmayos (pérdida del conocimiento)
Presión sanguínea baja
Confusión o dificultad para hablar
Movimientos aletargados o debilidad muscular grave
Convulsiones
Fiebre alta

Sangre es muy baja).Otros de los síntomas de la enfermedad de Addison son la piel de aspecto moreno y el color azulado de las mucosas –hiperpigmentación cutánea y de las mucosas–, que se deben a que la falta de cortisol da lugar a la activación de las células implicadas en el bronceado de la piel (melanocitos) de la siguiente manera: el déficit de cortisol da lugar al incremento de la ACTH –que aumenta en un intento de inducir la producción de cortisol en la glándula suprarrenal, que no es capaz de conseguir– y de la hormona melanocitoestimulante (MSH),

 ambas producidas por la hipófisis; éstas son las hormonas que producen la activación de los melanocitos y, como consecuencia, la hiperpigmentación. La coloración bronceada es general, pero mayor en las zonas expuestas a la luz, así como en los codos, los nudillos de los dedos y las rodillas, y también en las cicatrices y los pliegues de la piel.Además, hay hiperpigmentación de las mucosas de las encías, la parte interior de las mejillas, la lengua,

 la conjuntiva de los ojos y zonas genitales. La hiperpigmentación suele estar presente en todos los casos, va apareciendo poco a poco debido a la evolución crónica de la insuficiencia suprarrenal y es muy útil para orientar el diagnóstico.En la suprarrenalitis autoinmunitaria puede haber vitíligo –hasta en el 20% de los enfermos–, que son manchas pálidas de la piel debidas a la falta de pigmentación.

 En el síndrome pluriglandular autoinmunitario de tipo 1 hay con frecuencia infecciones por cándida.La producción insuficiente de andrógenos da lugar a la pérdida de vello en el pubis y en las axilas y a una disminución de la libido en las mujeres. Además, puede producirse ausencia de la menstruación (amenorrea).También pueden aparecer alteraciones psiquiátricas como depresión, alteraciones de la memoria y apatía.Igualmente son frecuentes las alteraciones de algunos iones en la sangre: disminución de sodio (hiponatremia) y aumento de potasio (hiperpotasemia); en los casos muy avanzados puede haber aumento de calcio (hipercalcemia). Incluso puede haber deshidrataciones y disminución del volumen total de sangre.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario